Al final cada quien su vida...

De repente me vuelvo nauseabundo, mi cuerpo se estremece, y un llanto inevitable me llena. No se que hacer, siento frustración, impotencia, coraje, nervios, tristeza. Veo la puerta abierta, escucho un grito a lo lejos, observo a esas dos personas. Una le grita a la otra, le avienta la ropa en la cara y esta a punto de aventar un tanque de gas sobre el auto. La otra se queda callada, inmovil, su mirada perdida en el espacio como si no existiera la persona que le grita intensamente. Son opuestas, blanco y negro, grito y silencio, perro y gato, hombre y mujer. Mi mente se nubla, no quiere pensar en nada, solamente desaparecer en ese momento y no volver, pero algo me detiene, el momento pasa y mi mente se aclara lentamente, mas sin embargo mi alma ya no esta en paz. Me detengo, doy un suspiro, me tranquilizo, tomo el papel y escribo estas palabras… al final cada quien su vida.